"Parar" para recobrar la naturalidad que empodera
"El problema es que hemos sido educados en una tradición religiosa y filosófica que no sólo nos ha enseñado a desconfiar de la naturaleza que nos rodea, sino también de nuestra propia naturaleza." Alan Watts
Los retos de nuestra época son tan grandes que abruman. Muchas veces parecen imposibles de abordar desde la aparente insignificancia de lo individual: emergencia climática, corrupción, abusos y maltratos, dificultades para subsistir trabajando con dignidad, descrédito político, amenaza sanitaria, guerras inhumanas por intereses económicos... y corre, corre Ufff!
"Prefiero no pensar en ello".
¿Cuántas veces nos repetimos esto?. Pero el hecho es que en la complejidad en que nos ha tocado vivir, nuestra mente sostiene todo el tiempo, incesantes representaciones del mundo externo y del mundo interno con contenidos que nos provocan malestar e incertidumbre (como poco). Esto es agotador y alienante.
¿Cómo mantenerse presente en la vida del día día, si necesitamos desconectarnos? (no pensar en lo que siento, en lo que me pasa). Correr y desconectar para aguantar tanto sinsentido e impotencia.
Pero hoy día cada vez más personas, queremos mantenernos presentes. Mantenernos presentes para seguir enteros/as y firmes con nuestros valores en medio de tal lodazal de impactos destructivos constantes. Queremos mantenernos presentes para contribuir al cambio. Un cambio en nuestra manera de SER, humanos.
A mi entender, recuperar la experiencia del cuerpo vivido ( no del cuerpo utilizado), se ha vuelto necesariamente, la vía más directa y simple para tocar la realidad y recuperar la esperanza en la vida propia y plenamente compartida. La experiencia del cuerpo vivido, insisto : no del cuerpo pensado.
La experiencia del cuerpo vivido descansa, regenera, nutre y permite una naturalidad que empodera. Necesitamos empoderarnos desde la carne, la piel, desde los sentidos, como si nos diésemos una segunda oportunidad para ser quienes somos. Como si volviésemos a ser criaturas de la vida con pleno derecho.
Desde mi experiencia personal y profesional, propongo recursos, qué tomando al cuerpo como sede de la vida biológica, afectiva i mental, permitan una integración de estos tres cuerpos (cuerpo físico, cuerpo emocional, cuerpo mental) y con ello la posibilidad de un desarrollo basado en la propia experiencia. Esta integración permite a la persona ir al encuentro de una naturalidad saludable que nos trae un desarrollo distinto que si seguimos con el : "no quiero pensar en ello".
Nos trae autoconciencia. Y con ello, respeto por la vida y capacidad creativa para afrontar los desafíos. Soy de las que está convencida que en la naturalidad del SER, hay bondad, empatía. He visto este proceso "en evolución" en mí y muchas personas. Creo que este es el empoderamiento que necesitamos. Para ello hay que tomarse tiempos para Parar.
Como dice el filósofo Byung-Chul Han, uno de los más leídos en la actualidad, en su libro "Vida contemplativa":
"La vida se pone en modo contemplativo y vuelve a montarse sobre su secreta razón de ser."
Todas las herramientas con las que trabajo desde hace muchos años (puedes conocerlas en la web olgarequena.es), sean en la práctica corporal que facilito en grupo o en terapia psico-corporal individual, están basadas en el principio de auto-regulación, respeto y confianza en la naturaleza intrínseca del ser humano.
Las personas llegan a mis sesiones con dolor físico que refleja muchas veces aún sin ellas saberlo, su dolor emocional y su sobrecarga mental. O con dolor emocional y mental que sobrecarga su cuerpo. Primero hay que vaciarse de cantidad de ruidos que acarreamos. El dolor físico hay que liberarlo poco a poco, pudiendo de nuevo, reconocerse en un cuerpo que no duele. En ese camino pueden retomarse procesos inacabados que en el pasado ( la mayoría sufrimientos emocionales) que no han sido resueltos con naturalidad y que han quedado congelados en el cuerpo y que la mente también sufre.
La práctica que propongo es sencilla, al ritmo de tu necesidad, descartando sobreesfuerzo y prisa... Desde la simplicidad del encuentro con lo que el cuerpo trae y acogiendo con autenticidad de lo que siente se puede ser quien se es. Esto es empoderarse, lo demás son cuentos. Desde ahí podremos contribuir al cambio.
Con la elaboración justa, sin entrar en la desmedida razón de los argumentos mentales, que pueden ser infinitos y contradictorios, pensamos lo que vivimos desde la experiencia sentida y recobramos una naturalidad muchas veces perdida. Cobra sentido lo que se vive y lo que se es, desde una perspectiva nueva y más consciente. Pero hay que "Parar" para poder salir del automático que nos va deshumanizando.
"Me siento en casa", "Ahora en mí todo encaja", "Vuelvo a ser yo", "De nuevo aquí, en mi mismo" etc... Mis compañeras y compañeros de profesión tienen a su vez infinidad de frases dichas por muchas personas en sus sesiones, que apuntan a la misma experiencia de identidad que se da en la experiencia sentida e integrada de sus tres cuerpos:
carne que nos sostiene la vida, corazón con el que amar y mente con la que ser consciente de todo ello.
Olga Requena . Terapeuta psico-corporal y facilitadora de técnicas corporales
Taller "Del cuerpo hacia dentro" 17, 18, 19 mayo 2024.
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